Quien haya puesto un pie en esta isla balear lo sabe: las calas de Menorca son un verdadero paraíso terrenal. Aguas cristalinas, arena blanca y un entorno natural que parece detenido en el tiempo convierten a Menorca en uno de los destinos más deseados para quienes buscan descanso, belleza y autenticidad. Pero entre tantas opciones paradisíacas, surge una duda que muchos se hacen antes de viajar: ¿cuáles son las mejores 10 calas de Menorca?
La selección no es fácil, porque cada rincón tiene su encanto. Algunas calas de Menorca están escondidas entre acantilados, otras son de acceso más cómodo y cuentan con servicios ideales para ir en familia. Están las más conocidas y las que parecen secretos bien guardados.
En esta nota, te proponemos una ruta imprescindible para descubrir las calas de Menorca que destacan por su belleza natural, ambiente tranquilo y posibilidades para disfrutar al máximo de la isla.
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Ubicada en la costa sur, Cala Macarella es una de las calas de Menorca más famosas y fotografiadas. El color turquesa del agua, la arena fina y los acantilados que la rodean crean una postal perfecta.
Es de fácil acceso desde Cala Galdana, incluso se puede llegar caminando por un sendero de unos 40 minutos que bordea la costa y ofrece vistas espectaculares. Además de relajarse en la playa, quienes la visitan pueden aprovechar para practicar snorkel en Macarella y Cala Trebalúger, una experiencia que permite ver la riqueza marina de estas calas de Menorca en todo su esplendor.
A solo unos pasos de Cala Galdana, Cala Mitjana es otra de las calas de Menorca imprescindibles. Es más pequeña y menos frecuentada que Macarella, lo que le da un ambiente más íntimo.
Rodeada de pinares, la caminata para llegar es corta y agradable. Sus aguas tranquilas la hacen ideal para nadar y relajarse. Desde aquí también se pueden iniciar rutas en kayak o simplemente tumbarse a contemplar uno de los entornos naturales más bonitos de las calas de Menorca.
Cala en Turqueta hace honor a su nombre con un azul que hipnotiza. Esta cala, también en la zona sur, está protegida por un entorno de bosque mediterráneo y cuenta con servicios básicos, como aseos y aparcamiento.
El camino hasta la playa atraviesa una zona boscosa que desemboca en una bahía de aguas calmadas, ideal para familias. Es una de las calas de Menorca preferidas por quienes buscan belleza natural y fácil acceso.
Un rincón más salvaje y tranquilo. Cala Trebalúger no es de las más concurridas precisamente por su acceso: se llega caminando desde Cala Mitjana o en barco desde Cala Galdana.
Sin embargo, quien hace el esfuerzo es recompensado con una de las calas de Menorca más tranquilas y hermosas. No hay servicios, por lo que conviene ir preparado, pero a cambio se encuentra un entorno natural virgen, perfecto para desconectar. También es una excelente zona para practicar snorkel por su riqueza submarina.
Situada en la costa norte, Cala Pregonda sorprende por su paisaje único. La arena rojiza, las formaciones rocosas y el contraste con el azul intenso del mar la hacen distinta a cualquier otra.
Se llega a pie tras una caminata de unos 30 minutos desde Binimel-là, lo que ayuda a mantenerla menos concurrida. Las calas de Menorca del norte tienen un carácter más salvaje, y Pregonda es el mejor ejemplo de ello. Es perfecta para los que buscan algo diferente y disfrutan del senderismo costero.
Esta cala es para aventureros. Cala Escorxada está alejada de todo, solo se puede llegar caminando por un sendero desde Santo Tomás o por mar. Pero quienes se animan a la caminata encuentran una de las calas de Menorca más solitarias y prístinas. El paisaje es espectacular y la sensación de desconexión total. Ideal para quienes buscan alejarse del bullicio y disfrutar de un entorno totalmente natural.
Fácilmente accesible y con una buena oferta de bares y restaurantes en los alrededores, Cala en Porter es una de las calas de Menorca más populares entre quienes viajan en familia. Además de su playa, amplia y de aguas tranquilas, ofrece la posibilidad de realizar actividades como el tour en kayak por las cuevas de Cala en Porter, una manera diferente y emocionante de conocer el entorno natural de esta zona de la isla.
Ubicada dentro del Parque Natural de s'Albufera des Grau, Cala Tortuga es una de las calas de Menorca más recomendadas para los amantes de la naturaleza. Su acceso también requiere caminar, pero el entorno natural lo compensa con creces. Aquí no hay servicios, pero hay tranquilidad, aguas transparentes y la posibilidad de observar aves y flora autóctona en el recorrido. Es un lugar perfecto para quienes combinan playa con senderismo.
Estas dos calas de Menorca se encuentran cerca de Fornells y son conocidas por su entorno salvaje y aguas perfectas para el snorkel. No tienen servicios y su acceso puede ser algo más desafiante, pero vale totalmente la pena. Una forma ideal de conocerlas es uniéndose al tour en kayak con snorkel en la cueva de Ses Bruixes, que permite explorar rincones escondidos y descubrir la fauna marina de estas calas de Menorca de una forma activa y divertida.
En el suroeste de la isla, Cala’n Bosch combina playa con servicios turísticos y una gran oferta gastronómica. Es una de las calas de Menorca ideales para quienes buscan comodidad sin renunciar a la belleza del mar.
Además, desde aquí parte el paseo en barco al atardecer, una experiencia inolvidable para despedir el día navegando entre algunas de las calas de Menorca más emblemáticas mientras el sol se esconde en el horizonte.
Aunque todo dependerá del ritmo de cada viajero, lo ideal es dedicar al menos cinco días a explorar las calas de Menorca. La isla no es demasiado grande, pero el acceso a muchas de estas joyas naturales requiere caminatas, travesías en barco o recorridos en coche que puedes hacer alquilando un auto.
Si el objetivo es disfrutar con calma, relajarse en la arena y sumarse a algunas de las excursiones más recomendadas, como el paseo en barco por las calas del sur desde Cala Galdana, entonces conviene organizar bien el itinerario para no dejar ningún rincón fuera.
La temporada ideal para recorrer las calas de Menorca es de mayo a octubre. En esos meses, el clima acompaña con temperaturas agradables y mar tranquilo. Julio y agosto son los meses más calurosos y también los más concurridos, por lo que, si se busca mayor tranquilidad, junio y septiembre son perfectos aliados. Además, en estas fechas también es posible disfrutar de actividades en Menorca como snorkel, kayak o paseos en barco con condiciones óptimas.
Antes de lanzarse a la aventura, hay algunos consejos prácticos que pueden mejorar la experiencia en las calas de Menorca. Primero, conviene llevar calzado cómodo para caminar, ya que muchas calas tienen acceso por senderos naturales. También es clave llevar agua, protector solar y algo de comida si se va a pasar el día, ya que no todas las calas cuentan con servicios.
Si se viaja en temporada alta, lo mejor es llegar temprano para encontrar sitio y disfrutar con más tranquilidad. Y, por supuesto, no hay que olvidar el equipo de snorkel: las calas de Menorca esconden paisajes submarinos que merece la pena descubrir.
Las calas de Menorca son, sin duda, uno de los mayores tesoros del Mediterráneo. Recorrerlas todas es una invitación a descubrir la esencia natural de la isla y a disfrutar de unas vacaciones que mezclan relax, naturaleza y aventura. Planificar bien el viaje, elegir la temporada adecuada y aprovechar las excursiones organizadas es clave para vivir al máximo este destino.